28/1/17

Nos vemos en mis sueños

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Ring, Ring, Ring, Ring...
Solté un quejido al escuchar mi ruidoso despertador. Le di un manotazo para callarlo y seguir durmiendo un poco más.
-¡Clarissa!¡Date prisa, cariño, hoy hay mucho trabajo en el estadio y necesito que me des una mano! -
Oigo a mi padre gritar desde las escaleras. Gruño bajo las mantas y me levanto para prepararme. ¡El deber llama!. 
-¡Clarissa! - Me vuelve a llamar papá.
-¡Ya voy!¡Ya voy!- Grito en respuesta, poniendome uno de mis gorros preferidos de lana para aplacar la maraña de rizos de mi cabello.
Papá ya esta en el auto cuando llego abajo, y no he terminado de cerrar la puerta del carro cuando arranca y pisa el acelerador a fondo. Debe ser realmente tarde.
Mi padre es dueño de un auditorio y un estudio, ambos tan grandes que los alquila para hacer conciertos de personas realmente famosas, y al ser los únicos estadios de la zona, tiene mucha demanda. Tengo fotos con Lady Gaga, Miley Cyrus, Beyoncé, Rihana, Justin Bieber, entre otros muchos más. Al principio era genial, hasta que me di cuenta que todos eran simples personas con una voz bonita y muchos de ellos con una actitud de mierda. Me cansé de ser tratada de forma inferior por esos malcriados, así que ahora simplemente evito los estudios, y así todos estamos en paz.
No me malentiendan, aun escucho su música y no todos ellos tienen un problema de actitud, es solo, que ya me da igual, y prefiero evitar cualquier disgusto. Gracias a esos estadios, papá gana suficiente dinero como para pagar a muchas personas para que lo ayuden en la preparaciones para el concierto, pero a veces (por no decir siempre) necesito una mano confiable extra, y ¿quién más confiable que su propia hija?
- Necesito que subas y verifiques que las habitaciones estén en perfecto orden, no quiero que ningún fanático se cuele y perturbe la paz de los chicos.- Me instruyó papá al llegar al estadio.
-¿Quienes tocan esta vez? - Pregunto, dirigiéndome ha la zona privada.
- No recuerdo su nombre, sólo sé que son cuatro chicos. - Responde papá encogiéndose de hombros y caminando hacia el escenario, repartiendo ordenes de aquí para allá.
No entiendo porque me molesto en preguntar, papá nunca recordaría los nombres de los cantantes ni aunque le fuera la vida en ello, sin embargo sospecho que es fan en secreto de Lady Gaga .
El estadio se divide en cuatro partes: El escenario, las gradas para el publico, las bambalinas (cada una con su respectivo vestuario), y la zona privada que es donde esta la cocina, los baños y las habitaciones para que las "estrellas" se queden a dormir, entre otras cosas que sus caprichosas mentecillas necesiten.
Subo por la larga escalera de caracol y examino minuciosamente cada rincón para asegurarme que realmente no haya moros en la costa, o para ser mas específicos, ningún fanático escondido. Me toma toda la tarde hacer este trabajo ya que algún inútil no limpio esta zona y por supuesto, Dios nos libre de que una "super estrella" malcriada encuentre este "chiquero" en tal estado, así que le toca a esta señorita desafortunada limpiar. Todo. Y tenía que ser el piso de mármol blanco...
Cuando termino, me dirijo hacia las habitaciones para asegurarme que no necesiten limpieza, y como hay un Dios en el cielo que tuvo misericordia de esta pobre chica: Las habitaciones están impecables. Pero reviso detalladamente cada una para asegurarme de que todo este bien. Después de todo, perjudicaría mucho a papá que estos chicos dieran una mala critica del estadio.
Al llegar a la cuarta habitación, destinada para el cuarto participante de la banda, me acerco a la ventana para observar la larga fila de espectadores, que esperan ansiosos escuchar a estos chicos tocar. Perdí toda la tarde limpiando y organizando la zona privada, ni siquiera pude comer nada, estoy exhausta, sudorosa y de muy mal humor...peor que el de costumbre.
Me vuelvo para ver la mullida cama que se burla de mi, mostrándose tan esponjosa y cómoda...Y no puedo evitarlo más, me lanzo sobre ella y río mientras mi cuerpo rebota. Tomo una almohada y la abrazo, posicionando mi cabeza de la forma más cómoda posible. Pero no me duermo, en lugar de eso mi mente decide recordarme el doloroso pasado de mi familia; Verán, no es tan horrible como lo hice sonar, mi mamá se divorció de papá para irse con otro hombre, y mi padre desde entonces dedica todo su tiempo a sus dos amados estudios que nunca lo abandonaran, pasa tiempo conmigo, no tanto como me gustaría, pero atesoro cada uno de ellos, y visito a mamá una vez al año (por elección propia). Tengo todo lo que una chica podría desear: una enorme y hermosa casa, una habitación con un closet super grande lleno de ropa a la ultima moda y con un balcón con vista a la bahía, unos padres que me aman, y hasta mucho más que eso, pero aun así...siento que algo me falta, y no sé con exactitud que es...
- Disculpa ¿Quien eres?¿Hace falta que llame a seguridad?- Interrumpe una voz desde la puerta.
Me asusto tanto que pego un brinco, las sabanas se enredan en mis piernas, y caigo al suelo en un fuerte golpe. 
- ¡Auuuuu!- Acuno mi codo con mi mano, levantándome despacio.
-¿Estas bien? - Me pregunta la misma voz de hace un momento.

Levanto la vista para encontrarme con el turquesa mas indefinido del mundo, sus ojos son realmente de un exótico color, nadie podría decir si son verdes o azules, pero definitivamente, todos dirían que son más que hermosos.

Hay un chico de cabello castaño frente a mí, con hermosos ojos mirándome con una mezcla de preocupación y cautela, vestido con ropa bonita y varonil...y entonces es cuando caigo en la cuenta: Este es uno de los miembros de la banda que tocó hoy y...YO ESTOY EN SU HABITACIÓN.
-Ou - Rodeo al chico, despacio, pensando en la riña que me dará papá si este famosito le dice que me encontró acostada en su cama cuando debería estar limpiando - Lo siento, solo haz como si nada de esto pasó ¿De acuerdo?
-Okeyyy.- Me miró confundido y muy cauteloso - ¿Quieres el autógrafo?
-¿Realmente piensas que eso es lo que quiero? - Le pregunté burlona, alzando una ceja.
-No te daré nada más- Dijo firmemente, alzando ambas manos.
Me acerqué a él, sólo para fastidiarlo, y con mis labios junto a su oído le susurre:
-No quiero absolutamente nada de ti.
Nunca admitiré que eso no fue del todo cierto...
Me alejé para dar un efecto dramático, y salí con una sonrisa victoriosa de la habitación. De acuerdo, me pase un poco, pero vaya que fue gratificante hacer todo eso. Un poquito de drama no cae nada mal para no cerrar este día con tanta amargura.
-¡Espera!- Me llamó desde atrás.
Sentí unas ligeras cosquillas en mi estomago al escucharlo, pero las ignore y continué con mi camino.
Lo siento, guapo, aquello fue todo el drama que puedo considerar como agradable, no quiero relacionarme con ninguna estrellita famosa.
Pero como por supuesto, este no es en definitiva mi día de suerte, al llegar a la estancia me encuentro con tres pares de ojos de diferentes colores mirando hacia mí, con mucha cautela y molestia en ellos.
- ¿Quieres un autógrafo?- Pregunta el rubiecito.
-¿Es necesario llamar a seguridad?- Dice otro.
-¿Como es que lo primero que preguntan es eso?¿Acaso ya nadie dice "hola"?- Pregunto con molestia, sin esperar una respuesta.
- Josh...-Llama una de ellos, y una gran mole (no debiera considerarse un humano, parece la reencarnación de Hulk) se aparece de yo no sé donde, y me carga sobre su hombro. Suelto un grito de sorpresa, pero no hago nada más, pues aun estoy impresionada por lo inminente que resulta "Josh".
- Oye, espera, es una amiga- Dice la voz del chico de la habitación. Y al instante Josh me baja.
Mis pies tocan el suelo, y tengo la mirada fija en este chico, sin comprender nada. Y cuando él me sonríe, yo por alguna razón también lo hago. Es entonces, sin saber realmente como, cuando se despliega ante mí mi propia historia típica de amor.
No puedo decir su nombre, nunca lo diré, pero tengan por seguro que fue algo único y especial. No piensen, que soy una hipócrita, estar con él no cambió mi forma de ver a los famosos, porque para mí él era mucho mas que eso. Como era de esperar, tuvo que irse, estaba en plena gira y yo no podía ir con él aunque me lo había pedido, no podía dejar a papá solo y abandonarlo al igual como hizo mamá.
En tan solo una semana este chico hizo que me gustara de verdad, el primero en mucho tiempo, y ahora todo lo que tendría seria una una dirección personal de e-mail y su numero privado telefónico. Pasamos semanas escribiéndonos todos los días, a cada hora, y cuando ya no pude aguantar esta estúpida distancia, me avisó que vendría por mí.
Y aquí me tienes ahora, sonriendo como una idiota en pleno aeropuerto, esperando por el chico que llegó a su límite y decidió ponerse peluca y anteojos oscuros para venir a verme porque su avión privado estaba en mantenimiento y él no podía esperar mas tiempo para venir a mi así que decidió tomar un vuelo normal.
Me subo al banquillo detrás de mi para intentar localizarlo, hay tanta gente que se me hace difícil encontrarlo, pero en una multitud, él seria la persona que primero encontraría. Y es entonces cuando lo localizo, observando hacia todas partes, con un bolso sobre su espalda, lo llamo, nuestras miradas se encuentran, y justo como cuando nos conocimos: ambos sonreímos.
Me bajo del banquillo, corro hacia él, empujando con poca delicadeza a las personas en mi camino. Extiende sus brazos hacia mí, sonriéndome ampliamente, con aquel brillo especial en sus hermosos ojos turquesas que siempre surge cuando me ve. Estiro mis brazos, preparándome para abalanzarme sobre los suyos, y entonces,cuando estamos a centímetros de tocarnos...

Ring, Ring, Ring, Ring...
Suena mi despertador, sacándome de un hermoso sueño que confundí con la realidad. Me siento en la cama y busco mi teléfono rápidamente para enconar que no hay ningún mensaje, para ser mas específicos; ningún mensaje de él.
-Hola, cariño. - Papá entra a mi cuarto y me da un beso en la frente antes de dirigirse a las ventanas para correr las cortinas- ¿Que tal dormiste? Has estado durmiendo toda la tarde.
Estoy un poco desorientada, por las ventanas puede verse que afuera esta oscuro.
-¿Q-que?¿No fui a ayudarte con el estadio?- Pregunto confundida.
- Que va, nunca bajaste. Al final decidí dejarte dormir y encargarme yo solo.- Papá me sonríe.- A fin de cuentas, hoy solo era un presentación de DJ's.- Se dirige hacia la puerta y antes de irse pregunta- ¿Necesitas algo?

-No, estoy bien.- Respondo, con la mirada fija en la colcha.

Todo fue un sueño. Él realmente nunca existió, y nada de aquello sucedió. Fue el sueño mas hermoso que he tenido nunca, y con su partida me dejó el corazón adolorido. Realmente amé al chico de mis sueños. 
Me vuelvo acostar y cierro los ojos con fuerzas, con la vaga esperanza de volver a encontrarme con él, y con una solitaria lagrima deslizándose por mi mejilla

1 comentario:

  1. Hola, me parece muy buena idea que publiques tus escritos.
    Te sigo, soy de la iniciativa blogs asociados.
    Un saludo

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