Pisando firme, Capitulo 7 - Gleinsmar Marin

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Capitulo 7

Di un gran salto estirando completamente las piernas en el aire antes de aterrizar en el suelo con gracia y empezar a dar giros cuidando de tener los pies de puntillas, justo cuando la música terminaba dejé de girar y di la espalda a la puerta mientras echaba un poquito mi cabeza hacia atrás con los brazos extendidos a los lados, espalda muy ligeramente curvada y piernas juntas de puntillas, acompañada con el ultimo compás de los violines de la canción de mi coreografía, terminé de bailar.

Jadeando y sudando a chorros, me acerque a la silla junto al reproductor y le di al botón de Pause antes de que la canción volviera a empezar. Tome una botella de agua que había puesto sobre la silla y bebí de ella. Esta era como la decimoctava vez que repetía la misma coreografía, sin descanso, y aun no me salía como yo quería. 

Fue mi papá quien que sugirió los pasos, y terminó de crear la coreografía hace meses atrás, aunque había fui yo la que la empezó, la titule Human, porque me inspiré en la canción de Christina Perri (la cual se titula igual) cuando la creé, la escribí pensando sobre una chica a la cual un fuerte dolor la desgarraba por dentro, así que se arranco el corazón para no sentir nada, y comenzó a bailar  eternamente mientras su mundo se derrumbaba a su alrededor. Se que es algo tétrico, pero así es el mundo real, si te permites sentir demasiado todo se descontrola y te rompes hasta que ya no puedes más, entonces te quedan solo dos opciones: 1) Sumergirte por siempre en tu eterna miseria o 2) Tomar el control y seguir adelante.

Me estoy arriesgando al darle la dicha a mi corazón y permitirme enamorarme de Harry poco a poco, porque sé que cuando el se vaya una parte de mí se romperá y será irreparable, pero cada segundo junto a él lo vale, ademas el me dijo que nunca se iría, que esta vez sería yo la que tendría el control sobre cuando irse. Estoy haciendo algo que no hacía desde hace muchos años: Confiando en alguien que no soy yo o mi papá.

Dejé la botella de agua de nuevo sobre la silla, le di al boten de Play del reproductor y me coloque en posición para volver a practicar una ultima vez, se suponía que hoy almorzaría con papá en nuestra casa. Debía llegar antes de las 13:30 pm para preparar la comida. Miré el reloj de reojo y vi que eran las 12:25, tenía tiempo solo practicar una vez mas.

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Más tarde, ya en casa, dejé mi bolso donde se hallaban mi ropa de baile en el suelo y me fui directo a la pequeña cocina. Saqué la carne del lavaplatos donde esta mañana la dejé para que se descongelara un poco y me dirigí hacia los armarios de la despensa para buscar la pasta y los demás ingredientes, justo cuando llene la olla con agua sobre la cocina encendida me fije en un papel que había en el suelo cerca de mi. Papá y yo eramos muy ordenados a pesar de no tener una figura maternal presente, por eso un papel sobre el suelo del comedor me extrañó tanto.


Camine en su dirección y me agache para tomarlo. Leí con detenimiento lo que decía, y entonces un estremecimiento me recorrió de arriba a abajo y sentí como si el mundo cayera en un espeso silencio a mi alrededor...Esto no podía estar pasando...seguro pertenecía a alguien mas...papá no...

Mi vista se nubló por las lagrimas y fue entonces que escuché el cerrojo de la puerta abrirse, seguido de la voz de mi padre llamándome:

-¡Chispita!¿Ya estas aquí? ¡Llegué temprano!.- Oí que la puerta se cerraba tras de el, sus pasos acercándose a mí- Matthew tuvo una pequeña emergencia familiar y decidió dejar la reunión para otro día y...¿Que haces agazapada en el suelo?

-¿Papá es cierto? - Susurré mientras me levantaba y le levanté el papel frente a mi para que el lo viera. - Dime que solo es una broma cruel, por favor.

-No se supone que debías enterarte de eso aun, Chispita.- Dijo mientras se frotaba la frente y tomaba una silla de pequeña isla de la cocina para sentarse.

- ¿Que no me enterara?¡¿Que no me enterara?! - Repetí gritando, frustrada y enojada pero también con miedo.- ¡¿Te estas muriendo y se supone que no debía enterarme todavía?! ¡¿Cuando debía enterarme?! ¡¿Cuando ya estuvieras muerto y enterrado?!

Rompí a llorar en cuanto grite esto ultimo. Papá corrió hacia donde yo estaba y me abrazó con fuerza.

- No, Chispita. Es solo que...Quería ahorrarte el dolor. Ademas, tienes que enfocarte en el baile. En menos de dos meses serán las Nacionales y...

- Papá en este momento me importa una mierda el baile.- Apoyé la cabeza en su hombro y he intenté dejar de llorar, pero no podía.- Dejaría el baile para siempre si eso significa que no mueras.

- Ay, Chispita. - Frotó mi espalda con su mano en movimientos circulares, igual que hacia cuando yo era pequeña. - No podemos cambiar el rumbo que toma la vida.

Me abrace fuertemente a él y miré con odio la carta del doctor que se había resbalado de mis manos cuando papá me abrazó, ahora yacía en el suelo, recordándome que en este momento el cuerpo de papá luchaba contra la leucemia que también pertenecía a él y perdía miserablemente en el intento.

- Muy bien, basta de llorar.- Deshizo el abrazo para tomar mis mejillas con sus manos y limpiar las lagrimas.- Nada de lagrimas mientras yo este aun aquí ¿si? Aun no me he ido, Chispita. Estoy aquí.

Asentí con la cabeza entendiendo que el que yo llore solo servirá para angustiar a papá y tal vez ponerlo peor en cuanto su salud. Plasmé una sonrisa débil en mi rostro para tranquilizarlo.

- Así me gusta.- Acarició mi barbilla antes de dirigirse hacía la cocina y partir la pasta para después meterla dentro de la olla cuya agua ya estaba hirviendo. Había olvidado que tenía la estufa encendida.- Te ayudaré a preparar el almuerzo. ¿Por que no invitas a Harry a almorzar con nosotros? Es un buen chico.

-¿De verdad lo crees? - Pregunte sinceramente sacando mi teléfono de mi bolsillo.

- Por supuesto. Es bastante educado y agradable. Ademas - Papá me dirigió una sonrisa de complicidad.- Vi como te estuvo mirando aquel día que almorzamos los tres juntos. Soy un hombre, se distinguir cuando otro hombre esta enamorado. Y también me doy cuenta cuando mi propia hija esta enamorada.

Mis mejillas se ruborizaron.

-Papá, el no me estuvo mirando. Y no estoy enamorada.

-Niégalo todo lo que quieras, Chispita. Eso no hará que cambien sus sentimientos ni los tuyos. - Me guiñó un ojo antes de dirigir de nuevo su atención a la estufa y poner a cocinar la carne.

-Sabes, normalmente los padres se dedican a odiar a los novios de sus hijas y amenazarlos con dispararles si se atreven a tocar un solo cabello de ellas.

Mi papá soltó una carcajada. Sacudí mi cabeza al tiempo que me apartaba a la sala y le marcaba a Harry para invitarlo a comer con nosotros.

Estaba feliz de que a mi papá le agradara Harry, pero ese sentimiento se esfumo cuando recordé la carta que el doctor le escribió a papá en donde le sugería que viviera rodeado de su familia las ultimas semanas, porque era seguro que serían las ultimas. Cerré los ojos cuando una silenciosa lagrima se deslizaba por mi mejilla, y justo en ese momento, Harry respondió a su teléfono en el tercer timbrazo.