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Pisando Firme, Capitulo 6 - Gleinsmar Marin

(Clic AQUI para leer el capitulo 5)



Capitulo 6

Inmediatamente después de terminar mi postre y de que la cuenta este pagada, me levanto de la silla, arrastrando conmigo a Harry y nos despedimos rápidamente de mi papá (Harry con una apretón de manos, yo con un veloz beso en la mejilla y un fuerte abrazo) mientras nos alejo a los dos lo mas deprisa que puedo. Una vez a salvo dentro de su auto me giro hacia él con una mirada acusatoria.

-¿Que?- Preguntó con verdadera sinceridad mientras salimos en retroceso del estacionamiento.

-¿Por que aceptaste almorzar con mi papá?

- Porque tenia hambre, y ademas quería conocer a tu padre - Me sonríe - Es un gran hombre, se puede notar a millas que te ama. 

Alarga una mano para darme un leve apretón en la pierna, sin despegar los ojos de la carretera.

- Si, pues...así es él. - Sacudo su mano lejos de mi pierna. En este momento no quiero que me toque, ni que me hable, ni que me mire con esos ojos en los que no puedo evitar perderme. Necesito recordarme el pasado, de lo contrario me perderé en los sentimientos que siento por este chico que conozco hace tan poco tiempo.

Él deja escapar un suspiro, algo frustrado.

-Venga, T. ¿Que pasa? ¿He hecho algo que te molestara? - No me levanta la voz, nunca lo ha hecho, pero puedo oír que se siente herido.

- ¿Por que lo preguntas?- Se que me estoy haciendo la tonta, pero no estoy de ánimos para discutir. Una marea de sentimientos encontrados se arremolinan en mi interior y se me hace difícil pensar. Nunca antes había tenido este problema hasta que conocí a Harry...Estoy perdiendo el control.

- Desde el almuerzo con tu papá has estado actuando diferente; tu mirada se perdió en mas de una ocasión, y aunque sé que lo negaras, vi tus ojos llenos de lagrimas mas de una vez. Si te presione demasiado con eso del almuerzo, lo lamento mucho, no era mi intención...

-No, por supuesto que no era tu intención.- Lo interrumpo. Y abro la puerta en cuanto aparca en el estacionamiento frente al estudio de baile. Salgo rápidamente, y cierro la puerta del auto tras de mi de un portazo. Corro hacia las cortas escaleras que conducen a la entrada del estudio, cuando escucho que la puerta del auto se cierra, y oigo sus pasos tras de mi.

-¿Que demonios significa eso? - Pregunta. Apresuro el paso pero él es mas veloz, y me sostiene el brazo para detenerme. Lo encaro, normalmente no suelo huir, pero ahora solo quiero correr lejos de él, pues esta despertando sentimientos que escondí dentro de mi hace mucho tiempo.

-¡Déjame ir!- Tiro de mi brazo pero su agarre es fuerte, no lo suficiente como para hacerme daño, pero si lo suficiente como para mantenerme en mi lugar.


-No lo haré, Tara.- Es la primera vez desde que nos conocimos que utiliza mi nombre completo y no solo T.- ¿Cuando vas a entenderlo? No te dejare ir tan fácilmente. Incluso puede que no te deje ir nunca.

Ya no puedo soportarlo mas. 

Tiro de mi brazo lo mas fuerte que puedo de su agarre, y una vez que estoy libre, corro hacia la entrada y me dirijo al salón para encerrarme en el.

Una vez que llego al estudio, paso de largo el pasillo de los vestidores y entro corriendo al salón, enseguida me doy la vuelta para cerrar la puerta pero él ya esta allí, tomándome de los hombros y estrechándome en un fuerte abrazo.

-Diablos, T. Deja de ser tan obstinada por una vez en tu vida, y entiende que no te dejare ir.

Y entonces sucede. Aguanto lo suficiente como para no quebrarme, pero siento como una grieta se abre paso por la gran muralla que cree a lo largo de los años alrededor de mi corazón. Una lagrima se desliza por mi mejilla y cierro los ojos con fuerza antes de que vengan mas. Siento como sus labios atrapan la lagrima a mitad de camino.

- Tu no lo entiendes.- Digo cuando recupero la voz y estoy segura de que no voy a llorar.- Yo la amaba, Harry. La amaba. Cuando era pequeña ella solía llevarme al estudio de baile del centro para observar como los bailarines estaban tan sincronizados entre si, me decía que el control que tenían sobre si mismo era crucial para que todo funcionase, una vez incluso me dijo que envidiaba que ellos pudieran tener tanto control, después cuando llegábamos a casa, nos poníamos los calcetines mas viajes que teníamos y bailábamos por toda la casa fingiendo que eramos bailarinas - Rodeo su cintura con mis brazos, sintiendo la urgencia de sostenerme de algo. - Pero no era una mala madre. Ademas de ir al estudio solíamos ir todas las noches a la azotea para ver las estrellas y contar las constelaciones, siempre decía que debía pedir un deseo a cada constelación y que si el deseo era lo suficientemente fuerte se cumpliría. Cuando me enfermaba se quedaba en casa conmigo hasta que yo mejorara, y a todo aquel que llamaba e interrumpía nuestro tiempo juntas ella le contestaba con una firme voz diciendo que estaba en algo mas importante en ese momento. Solía pintar, todo el tiempo, sus pinturas eran abstractas y muy pocas tenían un significado claro, cuando le pregunte sobre ellos ella respondió diciendo que cada pintura era un mundo único cuyo significado era secreto porque eso era lo que los hacia especial.- Cierro mis ojos nuevamente. - Pero ella no era feliz, no me había dado cuenta hasta que años después reflexione sobre ello. Muchas veces la escuchaba sollozar bajo la puerta del baño, pero yo no entendía, era tan ingenua como para creer que solo había sido un producto de mi imaginación porque la mami que yo conocía estaba siempre feliz, siempre sonriendo y siendo tan cariñosa con el mundo que no tenia tiempo para la tristeza...Cuando cumplí cinco años me obsequio una hermosa cajita musical que escondía una pequeña bailarina dentro de ella, cuando me la dio pensé en sus pinturas porque al igual que ellas esa hermosa cajita escondía el secreto de la bailarina dentro de ella, manteniendola en su propio mundo donde no existía nada mas allá del baile...Tres días después se marchó.

-T, lo siento...

- Al principio no entendí lo que ocurría, en un momento estaba bailando con mi madre en la sala, y al siguiente ella ya no estaba. Yo solo quería a mi mami, pero ella se había ido, se llevó toda su ropa, sus cosas, incluso todas sus pinturas a excepción de una de ellas que era una replica exacta de La Dama de Armiño. Todo lo demás se fue, como si ella nunca hubiera existido. Nos dejo a aquella fea pintura y a mi atrás, como si ya no le importáramos...

-¿No dejo ni una nota? - Pregunta en un susurro, acariciando mi cabello suavemente.

Niego con la cabeza al tiempo que respondo:

-No. Ninguna explicación. -Me separo un poco de él pero no lo suficiente como para que sus brazos se deslicen fuera de los míos. - Pero eso no es lo importante. Cuando mi mamá se fue dejo un vació en mi corazón que amenazó con romperme. - Mire sus ojos, tan azules como siempre. Y de alguna extraña manera, me transmitieron una sensación reconfortante.- Ninguna niña debería perder a su madre, este siendo abandonada o no. Cuando cumplí 7 años empecé a bailar, y fue cuando me di cuenta que al menos mi madre sí me dejo algo antes de irse: la opción de tener el control. Con el baile pude recuperar el control en mi vida y sobre mi misma, no sentiría de nuevo ese vacío que sentí cuando mi madre se fue porque ya nada me sorprendería mientras guardara el control. Esa fue la promesa que me hice: mantener el control, nadie entraba ni salia de mi vida, seriamos mi papá y yo contra el mundo... y hasta ahora había logrado cumplir con mi promesa- Le dirigí una mirada llena de intención antes de alejarme de él y caminar hacia la silla junto al reproductor de música donde descansaban mis zapatillas.

-Tara.- No continuo hablando hasta que me volví hacia él- Yo no te dejare, no me interesa cuantas veces tendré que repetirlo hasta que me creas, pero no seré como ella, yo no te abandonare. Pero tampoco te forzare a quedarte.- Se acerca hacia mi y coloca dos dedos bajo mi barbilla para que lo mire a los ojos.- Seras tu la que elija, esta vez tu seras la que podrá elegir cuando marcharse.

Sonrió y me levanto de puntillas para posar mis labios en su mejilla en un delicado beso, le acaricio la otra mejilla con la otra mano y me alejo hacia el lugar donde yacen mis zapatillas.

-Muy bien, guapo. Suficiente cursileria por un día- Le sonrío y le guiño un ojo ante su mirada de sorpresa, entonces puedo ver como su cuerpo se relaja.- Las Nacionales se acercan y debo practicar - Levanto una ceja. - Curiosamente en los últimos días un guapísimo chico me a estado secuestrando, manteniendome lejos de mi deber de bailarina de practicar hasta el cansancio.

- Me declaro orgullosamente culpable - Dice alzando los brazos, se acerca a mi, me da un beso en la frente y se da la vuelta para irse mientras suelta sobre su hombro:- Puede que esta vez te deje ir, pero tengo un presentimiento de que mañana mismo volverás a ser secuestrada de tus deberes de bailarina.

Sonrío hacia su espalda, sintiendo una reconfortante sensación de paz extendiéndose por todo mi cuerpo la cual no había sentido desde hacia mucho tiempo.

5 comentarios:

  1. Me ha encantado que cuentes la historia de la madre de Tara, la verdad. No me imagino lo que tuvo que ser para ella, e inevitablemente me ha venido a la cabeza "the only exception" de Paramore jajaja
    Sobre todo Henry me ha parecido perfecto, ha sabido tomar muy bien la situación, y mira que pintaba difícil. Me encanta la forma de ser que tienen ellos dos.
    Espero pacientemente otro capítulo :D
    ¡Un besín muy grande!

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  2. aww me ha encantado! Gracias por compartirlo <3

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  3. Genial genial!!!!! Me encanta esta historia Xd Cuando acabes tus tareas quiero otro capítulo, ¿vale?
    Un beso!!!!

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  4. La amooo *--* jajaja Harry es tan simplemente perfecto

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  5. Me encanta, la manera en la que Tara se desahoga... quiero saber más sobre elka, Harry y lo que le pasó a su padre... Ahora tendremos que esperar impacientemente a que publiques el siguiente... Besos!!

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