7/5/15

Pisando Firme, Capitulo 10 (FINAL) - Gleinsmar Marin



Me mire en el espejo por ultima vez, pensando en esta noche y en que tendría que bailar mejor que nunca. Mi turno para salir al escenario era en 5 minutos, los nervios me revolvían el estomago pero estaré bien. Tengo que estarlo.

Veo el jarrón que esta encima del tocador de mi camerino, esta repleto de todas las flores de papel que me a dado Harry desde que nos conocimos, hoy me dio la ultima de ellas. No se exactamente por que me las traje ni por que tengo la necesidad de tocarlas, pero tomo una con la mano y acaricio el delicado papel entre mis dedos. Harry a sido mi roca desde que me entere que papá estaba enfermo, necesitaba aferrarme a algo solido para no venirme abajo y él siempre estuvo allí. Estoy empezando a pensar que después de todo él decía la verdad, y nunca me dejará.

Me dispongo a dejar la flor de vuelta al jarrón pero se me desliza de la mano y cae al suelo, con un leve suspiro me inclino para recogerla pero al ver un pequeño trazo negro en uno de sus pétalos hace que la examine mas detenidamente y compruebo que efectivamente es parte de una letra. Deshago la flor y abro el papel completamente para rectificar que es la letra N. Un cosquilleo en el pecho hace que me acerque al jarrón con las demás flores y deshago una por una para revelar el resto del mensaje, las pongo una junto a la otra en el orden de la fecha en la que me las entrego, y suelto una pequeña exclamación al leer lo que dice:

Nunca estarás sola, pues siempre estaré aquí para ti sin importar que.
Te amo.

Me quedo atónita al leer aquello, y una sonrisa se forma en mis labios al tiempo que lagrimas inundan mis ojos. No lloro, pero poco me faltó para hacerlo. 

Tocan a mi puerta y el director asoma la cabeza para decirme que este preparada pues en dos minutos será mi turno. Asiento con la cabeza y me hecho una ultima mirada en el espejo antes de salir por la puerta y caminar detrás del escenario, mientras espero a que el presentador diga mi nombre. Extiendo las manos a ambos lados de mi, las extiendo para luego flexionarlas y repetir este procedimientos varias veces, expulsando los nervios. Pienso en mi padre que esta en el hospital viéndome por televisión, pienso en Harry esperando desde los asientos entre la audiencia expectante, esperando a que salga a escena. Pero sobre todos ellos, pienso en mi madre, y solo espero que este donde este me vea bailar y que le llegue mi baile. Esto es para ustedes tres,las personas que mas han tocado mi corazón, y esto es por mi.

- Y ahora, damos la bienvenida a Tara Price, con su presentación Human.

Levanto la cara y miro al frente cuando el halo de luz de los reflectores me baña, camino hasta el centro del escenario, y cuando escucho la música de mi coreografía empezar, empiezo a bailar, solo que esta vez mi mente no se queda en blanco como hacia antes cuando bailaba, esta vez una lluvia de recuerdos y pensamientos me llenan, dejando mi mundo y todo lo que me rodea en caos, tal y como le paso a la chica en la que inspire mi coreografía. Sin embargo no me detengo, en ningún momento flaqueo, con la coreografía que ensaye tantas veces y con mi cuerpo, les revelo al público mi alma y como mi mundo a estado en fuego desde que mi madre se marchó y como esa llama se avivó muy dentro de mi cuando me entere que mi padre estaba muriendo.

En una triste habitación de hospital, yace un hombre muy enfermo observando la televisión, mirando absorto como su hija baila con una destreza y talento que nunca antes había observado, pero mas allá de la perfección de su baile puede sentir y ver la tristeza y la furia que cada uno de sus movimientos grita. Él esta seguro que cada persona en la audiencia puede verlo también. Sabe perfectamente que ese no es un tipo de tristeza y furia que nace de un día para otro, sino que se forma con el pasar de los años. Pero a pesar de todo él esta feliz, porque la pared que rodeaba el corazón de su hija se esta rompiendo, y que al fin ella se permitirá vivir. Ya no tiene que temer mas dejar a su hija hecha una roca, un robot, privándose de los sentimientos de lo que la vida tendría para ofrecerle. La llama que vio en ella desde que nació por fin regresó desde las cenizas y ahora esta mas brillante que nunca, para enfrentarse al mundo y superar cada obstáculo que se le presente. Para ser la obstinada y cariñosa niña que una vez fue.

- Te amo, Chispita. Siempre seras la llama mas viva y brillante que este viejo tuvo la suerte de amar y llamar hija.- Le susurró el hombre a la imagen en la televisión de su hija.

Entonces los pitidos de las maquinas empezaron a sonar, y un grupo de enfermeras acompañadas de un doctor entraron corriendo a la habitación, revisando a toda velocidad sus latidos, las maquinas conectadas al cuerpo del hombre. Intentaron regresarle la vida, llamándolo una y otras vez por su nombre y moviéndose de aquí para allá haciendo todo lo que estaba en sus manos para que ese hombre no muriera, pero ya era tarde.

Y entonces el pitido del electrocardiograma sonó sin ninguna pausa, afirmando que ya no había ningún latido.

Salté extendiendo las piernas completamente, cuando toque el suelo lo hice en punta de pies y empecé a dar giros con los brazos plegados hacia mi torso. Liberé todos los sentimientos que habían permanecido encerrados dentro de mi desde que mi mamá se fue, todos y cada una de ellos. Pronto no sentiría nada, pues todo habría salido y por fin yo podría ser libre. Libre de por fin dejar de sentir.

Cuando el sonido de los violines y del piano se volvieron mas lentos y suaves, puse un pie frente a mi y el otro hacia atrásarqueando mi espalda en su totalidad y llevando mi cabeza hacia atrás, ahora, según mi coreografía, era el momento en el que la chica bloqueaba su corazón y se enfocaba en el baile, borrando todo lo demás. Y eso era justo lo que me disponía hacer, pero entonces una calidez se extendió por todo mi pecho. Era como una paz profunda, una calidez tan hermosa y agradable que me hizo pensar sin razón alguna en el beso que un padre le da a su hija en la frente antes de ir a dormir. Un beso de buenas noches. Un beso de despedida...

Y entonces lo supe.

Papá, no. Se suponía que en esta parte del baile debía demostrar la frialdad que sintió la chica cuando desconectó de sus sentimientos, pero yo en cambio baile con la tristeza y desesperación pura que sentía en mi corazón ya desnudo, sin ningún muro rodeándolo.

Di una vuelta completa de puntilla en un solo pie, mientras mantenía mi otra pierna arqueada a mi alrededor y con los brazos girando junto a mi torso. Las lagrimas empezaron por fin a deslizarse por mi mejillas, y continué bailando, con la calidez que sentí hace un momento aun acariciando mi corazón. Puse una mano frente a otra mientras retrocedía negando con la cabeza, y daba media vuelta aun de puntillas, para finalizar, di giro tras giro con los violines sonando desesperados conmigo. Llegó el ultimo compas de la música en el momento justo en que me paraba de puntillas, arqueaba mi espalda y extendía mis brazos a cada lado de mi, pareciendo como si una flecha me habría dado en la espalda, y yo ya no pudiera dar mas. Cerré mis ojos.

Te amo, papá. Adiós. Pensé, cuando la calidez en mi pecho se desvaneció por completo.

Abrí mis ojos para enfrentar a la multitud, y busqué a la única persona que realmente me importaba en esa sala. La multitud rompió en aplausos, y todos los presentes se levantaron de sus asientos, cautivados aun por mi presentación. En mi búsqueda entre los rostros encontré a mas de una persona llorando por el impacto y crudeza de mi baile, sonriéndome y no parando de aplaudir. Cuando mis ojos por fin encontraron el mar azul lleno de amor y ternura, supe que todo estaría bien. Harry gesticulo con sus hermosos labios un Te amo, y yo se lo gesticule de regreso.

Yo sabía perfectamente que el vacío en mi corazón por la muerte de mi padre nunca se iría, pero mientras tuviera a Harry a mi lado todo estaría bien. Podía tolerar esto, recordaré a mi padre con amor y tristeza, y viviré junto a Harry con el corazón abierto preparado para lo que la vida me tendría preparado. Sintiendo.

Finalmente, después de tantos años, creí en lo que Harry nunca paró de decirme:

Jamás volveré a estar sola.

Fin

6 comentarios:

  1. Pero qué preciosidad, he tenido que contener las lágrimas para seuir leyendo y todo. Me ha encantado el cambio en la personalidad de Tara, su padre... Todo ha sido fabuloso y me encanta.
    En serio, un coro de aplausos para Tara y otro para ti.
    ¡Un besín!

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  2. Me encantaaa!! Estaré esperando más como este ;)

    PD:te sigo por la iniciativa blogs asociados,saludoos

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  3. Bueno, lo he terminado y solo puedo decirte que es MUY HERMOSO! que gran historia! Tienes muy buenas ideas y tu escritura es bastante limpia. ¿Recomendaría esta historia? Si, claro que lo haría.
    Felicidades, eres el tercer blog novela que leo y sinceramente ha sido genial.
    Lástima que el padre de Tara tenía que morir, pero al menos tenía a Harry.
    Bueno, no me resta sino retirarme:gran final para una gran historia.
    Te reitero la invitación a mi blog, si en algún momento te animas a leer mis novelas te invito a comentar porque me encanta conocer la opinión de todos los que me leen. Las criticas ayudan a crecer.
    Feliz noche

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  4. Ohohhhhhh me has hecho llorar TT^TT Me ha encantado esta mini novela, es preciosa. Has narrado perfectamente el baile, lo veía en mi cabeza, y me ha transmitido todo.
    Mar, te lo digo con toda sinceridad: vas a legar alto.
    Un beso enorme!!

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  5. ¡Qué bonito! Siempre me gustó está historia... pero ahora... me da mucha pena que se haya acabado, pero el final es perfecto, precioso. Tienes un don para escribir, sobre todo para hacer llegar tus historias a los que las leen. Besos!

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