Desde que te conocí 4/4 - Gleinsmar Marin

CAPITULO 4

Nunca creí que al lugar que el me llevaría seria la mismísima playa donde lo conocí por segunda vez.  Solo que esta vez una gran fogata en medio de la arena iluminaba la oscuridad se cernía sobre todo. Un par de troncos se hallaban a ambos lados de la fogata. El se sentó en uno de ellos, y yo en lugar de sentarme en el otro, me senté a su lado.

Incapaz de contenerme mas formule la pregunte que me había estado persiguiendo desde que recupere parte de mi memoria:

-¿Como es que aun me amas?

-¿Cuando dije yo que te amaba?- Pregunto en respuesta con una rubia ceja levantada.

Me muero de vergüenza.

-Yo...ah...-Balbucee, en busca de una respuesta para sacarme de este lío.

Se rió un poco y luego me dio un beso en la mejilla. Me miro fijamente a los ojos antes de decir:

-Tanto amor que siento por ti es imposible que simplemente pase a causa de unos insignificantes meses.- Baje la mirada ante la intensidad de la suya, pero el puso dos dedos bajo mi barbilla alzándola suavemente para que lo volviera a mirar- Te amo, y eso es algo que nunca, jamas, cambiara.

Podía sentir como mi corazón gritaba sentir lo mismo, pero no podía decir esas palabras. No cuando hacia menos de un día que me había reencontrado con el, y solo unas pocas horas desde que recupere fragmentos de mi memoria.

En su lugar, bese levemente sus labios, a penas rozándolos, para después acurrucarme en sus brazos. El me rodeo con ellos, y me estrechó suavemente.



-Esta bien, no tienes que decir que sientes lo mismo. - Dijo tiernamente, antes de darme un beso en la sien.- Solo quería que supieras lo que siento por ti.

-Cuéntame como nos conocimos por primera vez.

El sonrió con la mirada perdida ante el recuerdo, y entonces hizo lo que le pedí. Me contó que conocernos fue mas bien por casualidad o tal vez cosas del destino, no podía decirlo con precisión, pero que yo era el mejor regalo que la vida le pudo haber dado. Me contó toda nuestra historia, absolutamente todo. Sentí mas de un par de aleteos en mi dañada memoria, fragmentos de recuerdos olvidados siendo por fin recuperados.

Sin darnos cuento, el cielo empezó a clarear. Al verificar la hora en mi teléfono note que eran las 5:45 am.

-Debo volver a casa.- Susurre sin hacer ademan de levantarme.

-¿Huirías conmigo?- Susurro en mi oreja.

-No puedo, si mis padres notan que no pase la noche en casa, me castigaran de por vi....

-¿Huirías conmigo?- Volvió a preguntar estrechándome levemente en sus brazos.

Entonces entendí que no se refería a que solo pasara la mañana con el.

Saco dos billetes de tren y los puso ligeramente en  mi regazo.

-Yo solo deseo pasar tres días solo contigo.- Dijo al tiempo que yo tomaba los pasajes y miraba la fecha de salida: 11 de marzo 2004. Estación Atocha.

-Pero, Jack, estos billetes son para hoy. Ademas, si aceptara, solo tendría poco mas de una hora para prepararme.

-Así no tendrás tiempo para retractarte- Me dedico una sonrisa coqueta.

-¿Como has conseguido los billetes de todos modos?

-Mi tía vive un poco lejos, lo suficiente como para tener que tomar un tren para llegar, pero esta de vacaciones y me a pedido que le de una miradita a la casa.- Baja la mirada solo un momento para después volver a mirarme a los ojos- Venga, ven conmigo.

-No lo se, Jack...es tan precipitado...

-Entonces hagamos una cosa. Yo debo ir porque le he prometido a mi tía que iría. Pero tu no tienes obligación. Así que si realmente deseas ir, nos encontramos* en la estación, y nos vamos juntos.- Sonríe antes esto- Pero si tu en realidad no quieres ir...No vas, y nos volvemos a ver cuando regrese en tres días.

- Me parece bien.

-Vale. - Se levanta y me ofrece su mano- Venga, mejor vayamos a tu casa antes de que tus padres se den cuenta de que estas ausente.

Tomo su mano, y con los dedos entrelazados abandonamos la playa y nos marchamos a mi casa.

*******

Salgo de la cama, y la suave brisa de la tarde me roza la piel poniéndomela de gallina. A la final no he podido ir. Simplemente no podía. Se que lo amo y que el me ama, pero seria una completa locura irnos a un viaje de tres días, tan lejos de casa. Hace solo horas que lo recuerdo...No puedo irme.

Introduzco una mano en los bolsillos de mi pijama para rozar con los dedos el suave papel de la nota que Jack me dio anoche antes de irse. No la he abierto porque quería leerla cuando la añoranza fuera demasiada, así que la metí en el bolsillo trasero del pantalón de mi pijama para sentir que esta conmigo.

Voy al baño a cepillar mis dientes y una vez hube terminado, bajo las escaleras para prepararme para un nuevo día... o lo que queda de el. Son mas de las 2:00 pm. La salida del tren en el que iba Jack salia a las 7:30...ya se ha ido. Seguro habrá llegado ya a la casa de su tía, le llamare una vez haya terminado mi desayuno.

Después de prepararme una nutritiva taza de cereal, me voy a la sala con la taza en mis manos y es entonces que soy consciente de que mis padres están allí, mirando horrorizados la tele.

-¿Que pasa?- Pregunto dirigiendo mi mirada también hacia la televisión. Y entonces mi mundo se congela y deja de existir. "MASACRE EN MADRID" , a penas oigo cuando la chica de las noticias explica el mayor atentado jamas conocido en la historia de España, siendo explotadas 10 bombas en diferentes lugares. Pero eso no es lo que me destroza. Lo que me mata es escuchar que el tren de la estación de Atocha que salio esa mañana, fue uno de los trenes en sufrir el ataque de tres bombas. El tren en el que iba Jack.

Escucho el ruido del cristal haciéndose añicos cuando la taza con cereal se resbala de mis manos. Mis padres se voltean a verme, pero yo corro hacia la puerta principal agarrando las llaves del auto de mi padre, y conduzco a toda velocidad hacia el único lugar en el que puedo estar sola, pero a la misma vez sentir que estoy con el.

Cuando llego a la playa, casi olvido apagar el auto. Corro hacia la arena, al lugar donde hacia solo una noche Jack y yo habíamos disfrutado de una confortable fogata en los brazos del otro.

-¡¡¡¡Jack!!!!- Grito al tiempo que me desmorono en la arena.

Mis sollozos ahogan el ruido de las olas. Y el ruido de mi corazón al romperse ensordece mis oídos e invade todo mi cuerpo.

-¡¡¡¡Jack!!!- Sollozo, me rodeo con mis brazos en un intento de mantener mi cuerpo unido. Mi cabello y mi pijama se llenan de arena cuando caigo al suelo.-Perdóname, Jack- Susurro con un río de lagrimas bajo mis ojos- Perdóname por no ir contigo...por no irnos juntos.

No tenerlo en mis brazos nunca mas. Saber que no habían ni pasado tres días desde que lo tuve devuelta. Saber que lo he perdido de nuevo, solo hace que mi dolor aumente mas si es posible.

Me hago un ovillo en el suelo, y con una mano temblorosa saco su nota del bolsillo de mi pijama. La abro lentamente y leo en voz alta lo que escribió allí:

"Nunca olvides que te amo"

-Nunca lo volveré a olvidar.- Solloce- Nunca.

Una ligera brisa roza suavemente mi piel. Beso la nota de Jack, y la acerco a mi corazón donde siempre estará el.

-También te amo.- Susurro, y es entonces que permito que mi corazón derrame todas las lagrimas por estar destrozado ,un vez mas.