En honor al verdadero amor

En honor al 14 de Febrero he decidido escribir un nuevo relato. Uno que trata sobre el amor de verdad, ese que no esta manchado de superficialidad ni egoísmo, sino el que es puro e incondicional.

En el nombre del amor

No tengo un bonito cabello. No tengo un cuerpo de modelo. No tengo personalidad angelical de princesa. Ni poseo nada especial.

Miro sus parpados cerrados, y su boca entre abierta, sumergido en un profundo sueño pacifico. Acaricio su mejilla suavemente, y con delicadeza muevo los mechones de cabello lejos de su frente. Sonrío, feliz y a la misma vez incapaz de creer que este chico, este hermoso chico frente a mi al que amo con toda mi alma, me pertenezca. No pienso que sea hermoso solo por poseer un cuerpo bonito, pienso que es hermoso porque el me ama y yo lo amo a el, no es el chico perfecto, pero es perfecto para mi.

Cierro mis ojos por un momento, recordando como nos conocimos:

Hoy es el peor día de mi vida: llegue tarde a clases, creo que reprobé mi examen de matemáticas, mi cabello esta hecho un desastre a causa de la humedad, y cuando fui feliz a la librería a comprarme por fin aquel libro de fantasía que tenia semanas queriendo leer ¡Boom! empieza a  llover, pero no cualquier lloviznita ¡No! sino mas bien un autentico chaparrón, y como si fuera poco me olvide la paraguas en casa.

Abrazo mas apretadamente mi nuevo libro contra mi pecho, lo he dejado dentro de la bolsa de plástico y metido bajo mi camiseta para tener una doble protección de la lluvia. El agua se escurre por mi cabello y se desliza por mi espalda, hasta empapar toda mi ropa. 

Estoy tan concentrada en procurar que mi libro no se moje que no escucho una voz llamandome hasta que esta a un paso de mi. Me doy la vuela, encontrando a un lindo chico frente a mi.

-¡Señorita!- Me llama, luego suspira al ver que me he detenido- Uf, gracias al cielo. Solo quería decirle que olvido su cambio en la librería.

El chico (que al parecer también es vendedor) me da mi cambio, murmuro un gracias, y luego me doy la vuelta para seguir con mi camino.

-¡Puedo darle un aventon si así lo quiere!- Ofreció tras de mi.

-¿No seria molestia?- le pregunto al volverme hacia el una vez mas. Ignoro el hecho de que el sea un completo extraño. Su oferta es demasiado tentadora como para rechazarla.

El sonríe y camina hasta mi para cubrirme con su paraguas color verde. Caminamos juntos de regreso hacia la librería hasta su auto.

-Te he visto muchas veces en la librería...siempre vas a observar los libros, sin importar que no hayan nuevos. - Comenta el, una vez estamos dentro de su auto.

-¿Me has estado observando?- Sin poder evitarlo me sonrojo.

-Eres alguien difícil de ignorar.- Lo dijo sonriendo sinceramente, una bonita sonrisa torcida que me cautivo casi por completo. Casi. 

Cuando aparcamos frente a mi casa, una vez que hube salido del auto, dijo: - Te veré el jueves...en tu próxima visita a la librería.

Aquella "sutil" invitación me hizo sonreír, y entonces supe que esa no seria la ultima vez que  nos veríamos. Al contrario, ese fue el primero de muchos otros encuentros juntos.

Sonrío ante el recuerdo. Ese no fue el peor día de mi vida después de todo, de hecho fue el mejor. 

No tengo un bonito cabello. No tengo un cuerpo de modelo. No tengo personalidad angelical de princesa. Ni poseo nada especial. Pero su amor por mi me hace perfecta, y juro que cuando nos besamos, me siento la persona mas dichosa y feliz de todo el planeta. El me hace sentir completa.