En el nombre del alcohol - Gleinsmar Marin

Inclino la botella un poco mas para que el liquido transparente fluya mas rápido, hasta llegar el mini vaso de vidrio. Lo lleno hasta el tope y con un poco de torpeza, tomo el vaso con la mano y bebo su contenido de un solo trago.

- Ve mas despacio. - Dice Laila a mi lado.

-Nou olvies ed trapto - Le reprocho con mi voz sonando muy extraña, farfullando. Las palabras pesan en mi boca y es difícil pronunciarlas adecuadamente. No es la primera vez que me emborracho, aunque nunca había llegado a este extremo.

Lleno nuevamente mi vasito para luego beber su contenido. Puedo sentir como el alcohol quema mi garganta, y se desliza hasta mi estomago. Laila, mi mejor amiga, y yo hicimos un trato esta noche: Yo me olvido por completo de mi ex-novio mañana mismo y ella me permite esta noche para emborracharme cuanto yo quiera, sin limites. Por supuesto, ella estará vigilandome, cuidando que no me suceda nada malo mientras estoy en mi estado de embriagues.

Brandon, mi ex-novio, quien me dejo hace tres semanas por mensaje y desde entonces no he dejado de llorar por el, no ha querido saber nada de mi. Fue el mi primer amor, quien me dio mi primer beso, e hizo que descubrieera muchas cosas sobre el amor que antes no sabia, fue el quien me prometió que nunca se iría, que lo nuestro duraría por siempre...supongo que nuestro para siempre tenia fecha de caducidad.

Tomo otro gran trago de Tequila, ignoro la mirada de advertencia que me lanza Laila y tomo otro largo trago mas. 

Estoy borracha. Estoy muuuyyyy borracha. Puedo decirlo por como mis manos tiemblan, sintiéndose torpes, por como a duras penas puedo pronunciar una oración sin que las palabras salgan a borbotones por mi boca, por como todo a mi alrededor da vueltas, y siento que debo mover mi cabeza para ver todo con estabilidad. Pero se que no estoy lo suficientemente borracha, pues aun siento el agudo dolor que apareció en mi pecho desde que leí aquel ultimo mensaje de Brandon. Tomo otro trago y termino mi tal vez décimo chupito, es difícil llevar la cuenta cuando tu cabeza esta tan nublada que los números han dejado de tener sentido para ti.

Observo la botella en mi mano, y por un momento la música de la disco deja de sonar, en este momento somos solo la botella vacía de Tequila y yo. Bueno, no esta totalmente vacía, aun le queda un ultimo trago, pero siento que ese es especial. Me he bebido su contenido yo solita, aunque esta es la tercera que me tomo. Tres botellas, tres años. Creo que es justo que el numero de botellas de Tequila que me he tomado coincidan con el tiempo que duro mi relación con Brandon, pues de algún modo eso solo contribuye al cierre. Acaricio un lado de la botella con mi dedo, sintiendo su dura y lisa superficie.

De pronto se que hacer. Se el momento perfecto en el que debo tomar ese ultimo trago que se esconde en el final de la botella. Ese ultimo trago que significa el final todo.

Me pongo de pie de improvisto, casi me caigo, pero me sostengo de la barra y corro hacia la salida de la discoteca con la botella de Tequila en mi mano.

- ¡Lucy, espera! - Laila grita tras de mi, pero yo la ignoro y sigo corriendo.

Corro, corro fuera del local, corro sin ninguna dirección en especial, solo dejo que mis pies tomen el mando y me dirijan hacia donde a ellos se les pegue la gana. Lo único que necesito es no parar de correr.

- ¡Dimelo!¡Dimelo! - Grito con toda la fuerza de mis cuerdas vocales. -¡¡¡Dimelo en la cara!!!

Corro por toda la ciudad repitiendo una y otra vez estas palabras que he deseado pronunciar desde que el termino conmigo. El vacío que sustituyo a mi corazón es mas pesado esta vez, y el agudo dolor en mi pecho solo se vuelve mas insoportable.

- ¡¡¡Dimeloooo!!¡¡Dime en mi cara que te la cogiste cuando después me decías que me amabas!!!

¿Como es posible que pueda hablar ahora tan claramente? Supongo que el frío de la noche y el hecho de que este gritando contribuye a ello. Saco mi móvil del bolsillo trasero de mis pantalones, marco el numero de memoria y solo escucho, no hablo.

-¿Hola? ¿Lucy? - Responde una voz femenina. -Por favor perdóname, no pretendía... -Cuelgo.

Se que no a cambiado de numero. Y se perfectamente quien respondió: Carissa, mi seguda ex-mejor amiga, quien se acostaba con Brando cuando yo creía que el estaba visitando a su abuela... Perdí mucho cuando acabo mi relación. Una amiga, un novio. ¿Algo mas que deba perder?

Paro de correr. He llegado al parque, estoy frente a un banco verde y me siento en el. Recuesto mi cabeza en la dura superficie para mirar las estrellas.Una de ellas titila como si me guiñara un ojo, yo alzo la botella brindando con ella.

-Por ellos, para que la Vida y el Karma elijan la mierda que caerá sobre ellos. -Tomo el ultimo trago de la botella. Siento como quema. Este es el cierre. Al fin.

Me siento recta y luego me inclino para vomitar, sacando todo dentro de mi. Todo ese alcohol que ingerí para adormecer mis sentimientos. Sacando todo el dolor y la pena que sentí cuando recibí aquel mensaje de texto y me entere de la verdad.

Laila llega entonces a mi lado y se sienta junto a mi, aparta mi cabello de mi rostro y lo sostiene hacia atrás.

- Que les den. - Susurra a mi lado, cuando al fin he parado de vomitar.

Paso el dorso de mi mano por mi boca y asiento.

- Que les den.

Nos levantamos y nos largamos de allí. Después de todo si hay algo a que no perdí: a Laila y a mi misma. Es todo lo que necesito. Brandon y Carissa, solo quiero decirles que no les deseo mal, pero me alegra que estén juntos, pues se merecen uno al otro, supongo que esa es la mierda que tendrán que aguantar.